Clasificación del Trastorno del Espectro Autista:
(Beatriz Martín)
- Autismo clásico.
El autismo o autismo clásico suele comenzar en niños menores de tres años, pudiendo diagnosticarse incluso con un año y medio de edad y prolongándose a lo largo de toda su vida, pues no existe una cura, aunque si se puede reducir los síntomas si se tratan adecuadamente a estos pacientes. Este, es un desorden del desarrollo neurológico, del cerebro, o un desorden en el aparato psíquico.
Las personas con autismo tienen problemas en cuanto a la comunicación e interacción social, esto les causa un comportamiento poco usual, que le impide relacionarse normalmente con los demás.
- Síndrome o trastorno de rett.
Es un trastorno neurológico con base genética, causado por mutaciones en el gen MECP2 124, y asociado a una discapacidad intelectual grave.
Fue descubierto en 1966 por el doctor Andreas Rett, de ahí su nombre.
Se diferencia en que suele darse en niñas, implicando un rápido retroceso motor y de conducta antes de los 3 o 4 años de edad. Este trastorno aparece con poca frecuencia comparándolo con los otros que aquí describimos.
- Síndrome de Asperger.
Forma parte de los trastornos del TEA (trastorno del espectro autista).
La persona con este síndrome muestra una incapacidad a la hora de establecer relaciones sociales propias de su edad.
Se diferencia del autismo clásico en que en este trastorno no se observa una discapacidad intelectual ni un retraso en cuanto al desarrollo del lenguaje, pues este es en apariencia normal.
Aunque este síntoma se detecta en la infancia temprana, muchos síntomas son más notorios posteriormente, cuando el contacto social ocupa un lugar más importante en la vida de una persona normal.
- Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
En este trastorno se agrupan los casos que no coinciden claramente con los síntomas propios de los demás tipos de TEA, o no se presentan de modo claro y completo, en cuanto a edad de inicio o síntomas.
Por lo general estas personas tienen menos o más leves síntomas, pudiendo causar sólo pequeños problemas de socialización y comunicación.
- Trastorno desintegrativo infantil o Síndrome de Heller.
Es un trastorno extraño, muy poco frecuente que se desencadena después de un desarrollo inicial normal, entre los dos y diez años.
Consiste en una pérdida de las habilidades que fueron adquiridas anteriormente, en casi todas las áreas.
Esta regresión puede ser repentina o progresiva, incluso el propio niño puede llegar a ser consciente de lo que sucede.
Puede asociarse a una discapacidad intelectual grave y a trastornos convulsivos, por lo que puede ser resultado de una lesión en el sistema nervioso central no identificada.
- Autismo clásico.
El autismo o autismo clásico suele comenzar en niños menores de tres años, pudiendo diagnosticarse incluso con un año y medio de edad y prolongándose a lo largo de toda su vida, pues no existe una cura, aunque si se puede reducir los síntomas si se tratan adecuadamente a estos pacientes. Este, es un desorden del desarrollo neurológico, del cerebro, o un desorden en el aparato psíquico.
Las personas con autismo tienen problemas en cuanto a la comunicación e interacción social, esto les causa un comportamiento poco usual, que le impide relacionarse normalmente con los demás.
- Síndrome o trastorno de rett.
Es un trastorno neurológico con base genética, causado por mutaciones en el gen MECP2 124, y asociado a una discapacidad intelectual grave.
Fue descubierto en 1966 por el doctor Andreas Rett, de ahí su nombre.
Se diferencia en que suele darse en niñas, implicando un rápido retroceso motor y de conducta antes de los 3 o 4 años de edad. Este trastorno aparece con poca frecuencia comparándolo con los otros que aquí describimos.
- Síndrome de Asperger.
Forma parte de los trastornos del TEA (trastorno del espectro autista).
La persona con este síndrome muestra una incapacidad a la hora de establecer relaciones sociales propias de su edad.
Se diferencia del autismo clásico en que en este trastorno no se observa una discapacidad intelectual ni un retraso en cuanto al desarrollo del lenguaje, pues este es en apariencia normal.
Aunque este síntoma se detecta en la infancia temprana, muchos síntomas son más notorios posteriormente, cuando el contacto social ocupa un lugar más importante en la vida de una persona normal.
- Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
En este trastorno se agrupan los casos que no coinciden claramente con los síntomas propios de los demás tipos de TEA, o no se presentan de modo claro y completo, en cuanto a edad de inicio o síntomas.
Por lo general estas personas tienen menos o más leves síntomas, pudiendo causar sólo pequeños problemas de socialización y comunicación.
- Trastorno desintegrativo infantil o Síndrome de Heller.
Es un trastorno extraño, muy poco frecuente que se desencadena después de un desarrollo inicial normal, entre los dos y diez años.
Consiste en una pérdida de las habilidades que fueron adquiridas anteriormente, en casi todas las áreas.
Esta regresión puede ser repentina o progresiva, incluso el propio niño puede llegar a ser consciente de lo que sucede.
Puede asociarse a una discapacidad intelectual grave y a trastornos convulsivos, por lo que puede ser resultado de una lesión en el sistema nervioso central no identificada.